Huellas y dientes de dinosaurios: gigantes de 150 millones de años en Tacuarembó.

Yendo por la Ruta 26, en el kilómetro 262,500 y luego de pasar por el pueblo Cuchilla del Ombú en Tacuarembó, se puede ver el terreno donde fueron descubiertas huellas fosilizadas de dinosaurio. Es un sitio abierto al público que se encuentra señalizado y cercado.

Si bien el hallazgo se produjo en el año 2009 por un grupo de paleontólogos de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República aún hoy trabajan científicos en el terreno. Por sus características especiales, el suelo de la zona permite descubrir fósiles y huellas de estos gigantes prehistóricos que andaban por nuestras tierras hace 150 millones de años.

En SobreCiencia hablamos con Matías Soto, geólogo, maestro en geociencias y en ciencias biológicas que actualmente está culminando su doctorado basado en investigaciones con fósiles hallados en esa zona de nuestro país.

En Tacuarembó, hace 150 millones de años había un desierto con algunos ríos y ahí vivía una fauna muy diversa, muy rica, que cada vez que pensamos que la estamos descubriendo en su totalidad, empezamos a encontrar fósiles que nos cambian el esquema. Por ejemplo, tiburones de agua dulce, peces pulmonados, tortugas, cocodrilos, etc. En aquel entonces, esta zona en la que hoy está Tacuarembó era parte de un gran continente único llamado Gondwana; cuando los continentes estaban unidos, o sea, que se podía cruzar caminando a lo que hoy es África”, explicó Soto.

El científico señaló que la datación del terreno geológico se hace a través de fósiles, o de lo que se denominan “dataciones absolutas”, y resaltó que algunos fósiles encontrados en Tacuarembó también se hallaron en la Península Arábiga, como el caso del tiburón de agua dulce.

Ese fue el primer fósil con el que se pudo saber la edad que tenían las areniscas de Tacuarembó, ya que había sido hallado también en rocas de África, determinándose que eran del Jurásico y principio del Cretáceo” agrega.

Fósiles y huellas que cuentan la historia

Nuestro país es muy rico en fósiles: se han hallado dientes, huesos y hasta huellas que van contando la historia. Matías Soto explicó a SobreCiencia que en estos momentos se está profundizando la investigación y, en ese marco, fueron enviados fósiles a Suiza.

Estamos haciendo algunos estudios en Suiza, mandamos algunos dientes y algunas escamas a las que se les hacen análisis de isótopos estables, de oxígeno, carbono; nos van a ayudar a reconstruir el ambiente de aquella época. Hoy en día hay análisis tan avanzados que te permiten saber la temperatura que tenía el animal en ese momento, si estaba sano o tenía fiebre hace 150 mil millones de años, es impresionante”, reflexionó.

Las huellas que se pueden visitar al costado de la ruta 26 en Tacuarembó pertenecían a dinosaurios herbívoros, de cuello largo y cola larga, de hasta unos 15 metros.

Cuando encontramos las huellas comprobamos lo que era la fauna de esa época, estamos hablando de algo que puede tener hasta un metro de diámetro, pero influye un poco cuánta agua tenía esa arena cuando el animal pisó. Eran animales grandes, que no los tenemos representados ni con dientes ni con huesos; los únicos restos de dinosaurios que tenemos en Tacuarembó, representados con dientes, son carnívoros. Estas son huellas de herbívoros gigantes. Entonces, este hallazgo nos está diciendo que había dinosaurios de cuello largo, que no los teníamos registrados. Si había estos dinosaurios, tenía que haber vegetación para que ellos comieran, por lo tanto la noción del desierto se empieza a desfigurar. De todas formas, eso era algo que sospechábamos, porque estábamos encontrando fósiles de peces de tres metros de largo, y seguro que los mismos no vivían en charquitos entre las dunas”, cuenta Soto.

Según el científico, la conformación geológica de Uruguay no ha estado quieta, y asegura que el azar hace que la erosión terrestre descubra los restos de vida de hace 150 millones de años.

Esto es como un collage de distintos fragmentos de distinta edad, que se han movido independientemente y se han levantado unos más que otros. Por ejemplo, en Rivera se explota oro, justamente porque se ha levantado granito que tendría que estar allá abajo y hoy los tenemos arriba. Es estar en el lugar justo y en el momento indicado. En Tacuarembó lo tenemos todo expuesto, no es exclusivo de Tacuarembó, pero si es el mejor lugar para encontrarlo”, dijo Soto.

La ciencia es dinámica y las verdades de hoy pueden ser tiradas abajo mañana, advirtió el investigador. Todo el tiempo estamos descubriendo, nuevos peces, nuevos cocodrilos y más anfibios en los que estamos trabajando ahora”, concluyó.

Alexandra Perrone.

Foto: Web Radio Uruguay

Entrevista: Gustavo Villa

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