Investigan dieta de zorros nativos en busca de respuestas sobre la predación del ganado ovino

El Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE) y el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) llevan adelante una investigación para caracterizar a los predadores que atacan a las majadas de ovinos.

El objetivo de este proyecto es analizar los roles y conflictos de los zorros que habitan nuestro territorio y examinar la interacción entre especies de cánidos mediante el estudio de su dieta.

En SobreCiencia conversamos con la investigadora Natalia Mannise del Departamento de Biodiversidad y Genética del IIBCE, quien nos brindó detalles de esta investigación que se viene llevando a cabo en conjunto con el SUL.

Mannise dijo a SobreCiencia que el proyecto se basa en investigar si las ovejas son parte de la dieta del zorro, algo que no está determinado aún, aunque los productores ovinos afirman que uno de los grandes predadores, junto con el jabalí, sería el zorro.

“En el Uruguay habitan tres tipos de zorros autóctonos. Los más comunes son es el zorro de monte —también llamado zorro perro, que tiene patas negras y suele ser de color marrón— y el zorro de campo, que es gris y habita pastizales más abiertos donde puede haber ganado. El tercer tipo es el aguará guazú, que es muy poco frecuente en nuestro territorio. Se encontró el último registro en la localidad de Centurión, departamento de Cerro Largo, y los restos se encuentran en el museo de historia natural”, explicó.

Según la especialista, en Uruguay hay pocos estudios sobre la predación de los corderos por parte de los zorros, aunque sí existe un antecedente de investigación científica realizada en la década del 90 por el investigador Jorge Cravino en un establecimiento del departamento de Colonia.

“Los hallazgos de Cravino se centran en que los zorros tenían un efecto depurador de las majadas; con sus hábitos de cazador, de oportunistas, cazaban animales débiles. Pero esta fue una investigación en un sólo lugar y en un momento determinado”, explicó.

“En este proyecto de doctorado pretendemos trabajar en conjunto en varios establecimientos del SUL, y en diferentes épocas del año para poder determinar si hay o no un hábito en el zorro de atacar la majada”, detalló Mannise.

Metodología

Lo bueno de llevar a cabo proyectos de investigación con la participación de varias instituciones es que pueden atenderse al mismo tiempo los intereses de los productores y el equilibrio con la naturaleza.

“En el SUL se trabaja con diferentes estrategias, como perros que manejan la majada de ovejas, llamas, burros, o la utilización de alambrados que alejan a los zorros. Siempre se buscan alternativas que no sean la caza o el envenenamiento, porque eso a su vez trae otros problemas”, explicó la científica.

El método para llevar a cabo esta investigación es el estudio del ADN de las fecas que se colectan en diferentes puntos, además de las muestras de zorros atropellados en las rutas nacionales.

“Yo trabajo en la parte de genética. Colectamos fecas en distintos establecimientos del Secretariado de la Lana, uno en el sur del territorio que tiene ovejas que se utilizan principalmente para lanas; y otro, que es en el norte del país que se utiliza más para la producción de carne. La idea es determinar las especies de zorros a través de las fecas y ver qué comen esas especies de zorros”, aclaró Mannise.

Y agregó: “El trabajo de campo consiste en recolectar fecas que son de carnívoros, las tenemos que almacenar en frio o en alcohol, para que no se deteriore el ADN. La feca nos da mucha información, desde el sexo del animal que la depositó, su dieta vital y su dieta reciente. Ahora estamos empezando con los muestreos en la época de parición, que es cuando el cordero está más vulnerable.

Es importante destacar que estamos trabajando en el Instituto Clemente Estable con una secuenciación de última generación; una tecnología que permite comparar con una base de datos internacional on line, con la que podemos conocer de qué especie estamos hablando; en una hora y media y con sólo una reacción”, explicó.

Una de las particularidades de la dieta de los zorros, es que son omnívoros. Es importante conocer cuáles son los vegetales que comen y también si comen animales pequeños capaces de transmitir enfermedades.

“Estas especies cumplen roles ecológicos en la dispersión de semillas y también pueden controlar poblaciones de roedores plagas para ciertos cultivos. Otro objetivo fundamental es descubrir si el zorro se encuentra en el ciclo del parásito que causa neosporosis en bovinos. Esta enfermedad es considerada una de las principales causantes de abortos en vacunos, ocasionando a nivel mundial importantes pérdidas económicas. Con esta investigación, podremos establecer la relación entre la ausencia de parásito y el consumo de carne bovina u ovina por parte de los zorros”, concluyó.

Texto: Alexandra Perrone

Entrevista: Gustavo Villa