Ejercicios físicos intensos breves reducen riesgos de enfermedades no transmisibles

La dificultad que tienen las personas para dedicar tiempo a la actividad física propicia  nuevas modalidades, como la “sprint interval training”.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          Stefano Benítez, magister en investigación de actividad física y deportes, habló nuevamente con SobreCiencia tras publicar un nuevo trabajo vinculado a  conocer los efectos del ejercicio físico en muy cortos períodos de tiempo.

Las investigaciones de Benítez partieron de estudios que señalan la dificultad que tienen las personas para dedicarle tiempo a la actividad física, algo que produce un alto índice de casos de enfermedades crónicas no transmisibles.

Actualmente, y tras ganar un fondo de investigación de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC), trabaja en un proyecto en conjunto con el Instituto Superior de Educación Física (ISEF).

El experto publicó hace pocos días, junto a otros científicos, el artículo “Efectos combinados de esfuerzos muy cortos durante el entrenamiento de velocidad y de resistencia en las adaptaciones físicas y fisiológicas después de dos semanas de entrenamiento” en la European Journal of Applied Physiology (Revista Europea de Fisiología Aplicada).

Los estudios se basaron en la investigación de los efectos de una modalidad de ejercicios denominada “sprint interval training”, dentro del “high intensity interval training”, una modalidad   que ha crecido exponencialmente en el campo científico. Benítez detalló a SobreCiencia los efectos que este tipo de ejercicios generan a nivel fisiológico.

En un primer trabajo comparamos dos tipos de esfuerzos a máxima intensidad, con una carga ajustada al peso corporal, que pueden ser realizadas en bicicleta en elíptica o en cintas. Y observamos en este primer trabajo que los esfuerzos más cortos eran más eficientes, porque lograban menores niveles de fatiga, mantenían la respuesta mecánica en una forma más alta a nivel de potencia, trabajo y fuerza. Y aparte de eso lograban una exigencia cardiorespiratoria interesante en los participantes, que eso a largo plazo puede inducir a adaptaciones crónicas en lo que es el consumo de oxígeno y el funcionamiento cardiovascular”, explicó.

El científico dijo que debido a la falta de tiempo de las personas, los modelos de ejercicio físico se están enfocando a intentar reducir el volumen y estudiar cuál dosis puede causar mayores efectos a nivel de salud. Explicó que es por eso que se ha dejado un poco de lado el entrenamiento continuo de baja intensidad, y se apunta hacia modelos más intensos, dando su origen en el valor que tiene la intensidad en generar adaptaciones fisiológicas.

Nosotros planteamos una propuesta bastante innovadora para lo que había en el área. En primera instancia planteamos entrenamientos con un volumen reducido de 12 minutos en total, con entrada en calor y vuelta a la calma. El sujeto en doce minutos terminaba de hacer todo.

Esfuerzos máximos de cinco segundos en bicicleta y en sentadilla, con cargas muy bajas, más o menos entre seis y doce series, dependiendo de la sesión que hacía cada uno de los grupos, y un tercer grupo que combinaba las dos modalidades de entrenamiento. Y de ahí en más, estudiamos durante dos semanas qué efectos se generaban en la capacidad cardiorespiratoria y en marcadores de estrés oxidativo. También medimos algunas variables fisiológicas y físicas vinculadas con el rendimiento de los sujetos”, detalló.

Benítez dijo que la idea es tratar de hacer cosas simples, que no demanden mucho tiempo, y que permitan que las personas mejoren en sus capacidades físicas y en su estado de salud.

Con una frecuencia de tres veces por semana se logran adaptaciones súper positivas, y ya hay algunos estudios que separan una frecuencia de cuatro días con una de tres, y no ven muchas modificaciones. Con dos o tres veces por semana con entrenamientos medianamente intensos, el sujeto va a mantener una calidad de vida medianamente buena. Con veinte minutos con una mediana intensidad, se puede lograr beneficios para la salud.

Se debería tener una política nacional de fomentar, cuidar e instrumentar de una forma científica y con calidad de lo que se hace y se certifica, porque a la larga estamos teniendo muchos problemas de salud, las personas tienen muchas discapacidades físicas, ausentismo laboral, que genera un daño enorme para el país, que tal vez no se ve en el día a día, pero sí a largo plazo”-concluyó.

Texto: Alexandra Perrone

Entrevista: Gustavo Villa

Stefano Benítez en Brasilia, dónde realizó los estudios.