“La ciencia aún no puede determinar la incidencia real de la genética en el rendimiento deportivo”

Según estudio ruso, hay una variante genética que está presente en el 80% de los deportistas de élite que trabajaban con la resistencia.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             El primer PasteurizArte del 2018 organizado por el Institut Pasteur de Montevideo no escapó de la fiebre mundialista ya que se trató de una jornada en la que se profundizó en el vínculo entre el fútbol y la ciencia.

La consigna era presentar algunas opciones que diferentes disciplinas científicas pueden ofrecer hoy al deportista para mejorar su rendimiento físico.

SobreCiencia conversó con Lucía Spangenberg, integrante del equipo del área de Bioinformática del Institut Pasteur y fundadora de Genlives sobre lo que se conoce y lo que no, sobre la genética de los atletas.

La idea era ver qué podía decir la genética sobre el rendimiento físico de los atletas, saber si todos podemos ser tan buenos como Suárez o es algo que está solo en su genética. Por ejemplo hay empresas en Estados Unidos o en Europa que ofrecen servicios genéticos para ver cuáles son las destrezas físicas, qué te conviene hacer, si deportes de resistencia, de velocidad o de fuerza. Y con eso quisimos saber si había bases científicas para hacer ese tipo de aseveraciones, qué tiene base científica y qué no”, explicó.

La experta agregó que hay un estudio realizado con dos mil atletas rusos en los que se pudo encontrar una variante de un gen en el 80% de los deportistas de élite que trabajaban con la resistencia —como ciclismo y maratones— que no fue encontrado en los deportistas que realizaban deportes de fuerza.

Sin embargo, Spangenberg dijo que a la ciencia le faltan investigaciones en este sentido, ya que muchos de estos estudios no han podido ser replicados.

Y hay muchos ejemplos más, por ejemplo el gen ACTN3, un gen que tiene que ver con la contracción de los músculos. Hay lo que se llama ‘genotipo rápido’, que en teoría sos más rápido si lo tenés, y otro que sos más lento si lo tenés. Y se ha visto que la variante “lenta” del gen, no está presente en el caso de los deportistas de velocidad. Se ven asociaciones, hay trabajos hechos estadísticamente significativos. Ahora el tema es cuánto puede explicar eso realmente, cuál es el efecto de tener esa variante. Si yo tengo esa variante ¿voy a correr rápido? El efecto es muy chico, de eso, no es determinante ese nivel”.

A la ciencia le hacen falta muchos más estudios como para ver esas cosas, no digo que no haya, pero me parece que falta un poco más de años de estudios. Si bien hay alrededor de 120 genes, o más bien 120 variantes asociadas con rendimientos físicos, sin embargo, el 68% de esos estudios no fueron replicados, lo que significa que otro grupo de investigación los hace y no está encontrando los mismos resultados que en el estudio original. No sabemos si es por un tema de diseño experimental o hay que ampliar el estudio. Y aun así las variantes que se encuentran tienen un efecto tan chiquito, que por sí solo no pueden decir si vas a ser un buen corredor o no.

Son efectos que algo pueden aportar, pero básicamente todo se lo lleva el ambiente, y el entrenamiento no te lo podes robar”, aclaró.

La científica agregó que sí existen algunas variantes genéticas que se han asociado a la predisposición de algún tipo de lesión en particular, como por ejemplo de tendones o ligamentos, un campo importante para avanzar en investigación científica. “Vemos en el próximo mundial a ver cómo estamos, la ciencia va muy rápido”, concluyó.

Texto Alexandra Perrone

Entrevista: Gutavo Villa