Carencias en el saneamiento generan importantes cantidades de nutrientes en las aguas costeras de Uruguay

No solo los agroquímicos favorecen el crecimiento de cianobacterias en nuestras costas.                                                                                                                                                                                                                                                                      Fernando García Préchac, actual director en la Dirección General de Recursos Naturales del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y ex decano de la Facultad de Agronomía, habló con SobreCiencia sobre el estado sanitario de la Cuenca del Plata y las consecuencias que esto genera en las costas uruguayas.

García Préchac participó en 2013 de la elaboración del “Informe sobre la calidad del agua en la Cuenca del Río Santa Lucía” junto a los también decanos Juan Cristina (Facultad de Ciencias), Eduardo Manta (Facultad de Química) y Héctor Cancela (Facultad de Ingeniería).

Luego de dejar el decanato de Agronomía, García Préchac formó parte de la consultoría del Análisis de Diagnóstico Transfronterizo (ADT) de la Cuenca del Plata y también de la formulación de una línea de acción estratégica.

El experto agregó que el estuario del Plata recibe las consecuencias de la actividad industrial, minera y agrícola de ciudades con muchos millones de habitantes, que vierten sus efluentes a lo largo de toda la Cuenca.

La cuenca del Plata está integrada por el río Paraná y el río Uruguay que son los dos ríos que terminan en el estuario del Plata. El río Paraná tiene como afluentes principales el Tieté allá arriba, el Paraguay, el Bermejo y el Pilcomayo y básicamente el 84 % del área del Rio de la Plata. Por lo tanto su escurrimiento viene de ahí y tan solo el 11,8% es del río Uruguay. Esto es muy importante tenerlo presente”, expresó.

Llegan los vertidos de “toda la actividad industrial de allá arriba, de Brasilia, de Minas Gerais, de las represas de Itaipú, de Yacyretá y otras más chicas. El río Paraguay viene del Pantanal, el Bermejo y el Pilcomayo, que bajan desde los Andes, de zonas con contaminación por actividades mineras. Y después de cuenca baja de toda la Argentina y su zona de actividad agrícola, animal e industrial. Y nosotros, acá abajo en el Estuario, recibimos todo”, remarcó.

García Préchac leyó parte de las conclusiones del informe sobre el estuario del Plata: “tiene afectaciones que provienen de toda la cuenca, como la alta cantidad o volumen de sedimentos y la alta concentración de nutrientes, favoreciendo estas últimas las floraciones algales que se presentan en la zona costera”. El problema es un poco más amplio que plantearse sólo que lo pasa en nuestro país, dijo.

Señaló que Uruguay tiene, comparado con el resto de la población de la cuenca del Plata, el 92,4% de la población urbana, cuando todo el resto de la cuenca tiene el 85% . Dijo que como nuestra población urbana está concentrada en el litoral del Río Uruguay y del Río de la Plata, se generan efluentes que terminan en los cursos de agua.

**“Si tu recorres toda la costanera desde San José de Carrasco hasta el Pinar vas a ver unas espadañas y unos juncos en la cunetas, y eso es un brutal exceso de nutrientes, que es el saneamiento no conectado. Y ahí va todo lo que las barométricas no se llevan. Hace poco vi el cubrimiento del saneamiento de los distintos departamentos y el que tiene menos cubrimiento es justamente el departamento de Canalones, con solo el 85% de la población. Y buena parte de esa población está en la Costa de Oro, que es la que creció más violentamente en los últimos 20 años”, dijo.

**(Fe de erratas: en la versión original de esta nota se afirma que el 85% de la población de Canelones tenía saneamiento. Debió decir, según aclaró el entrevistado, que el 85% no lo tiene).

El científico remarcó que es necesario minimizar los aportes de nutrientes; “no es sólo mirar allá lejos, sino nosotros acá, que vivimos al lado del agua, si eso no se pone arriba del tapete, estamos distorsionando la discusión”, expresó.

Refiriéndose a la aparición de cianobacterias en las playas este verano, García Préchac puso el ejemplo de lo que ocurrió en la Paloma (Rocha), donde la salinidad llegó a ser sólo el 25% de lo normal y la temperatura del agua cuatro grados por encima del promedio para la época.

“Pasa la luz, hay temperatura, hay nutrientes, no hay salinidad; entonces afloran las cianobacterias”, subrayó.

 

Texto: Alexandra Perrone

Foto: Pixabay

Entrevista: Gustavo Villa

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